Es tiempo de reparar esas alas rotas...

Creo que es tiempo de un cambio.

Pero hablo de un BUEN cambio. De todo tipo de cambios. Vaya, hablo de cosas nuevas en mi vida.

Esa idea de cambiar se me metió muy repentinamente en la cabeza, y creí que al otro día ya no iba a pensar lo mismo; pero ¡oh, gran, gran, gran sorpresa! La idea estaba aún en mi mente... y todavía lo está.

Aún no sé en qué aspectos de mi vida hacer cambios pero seguramente serán varios. Ya empecé a hacer algunos (cambiar mi correo hotmail, ¡ja!) pero bueno, algo es algo ¿no?

Y... Jorge y mi mamá dicen que me quedaría bien un corte más o menos así:

Peeeero... creo que me sentiría DEMASIADO rara porque nunca he tenido mi cabello así de corto... sólo de niña pero ya no me acuerdo.

Y he pensado en cortármelo así (de hecho la idea cada vez me convence más) pero creo que esperaré hasta estar completamente segura ;D .

Últimamente el facebook no ha estado tan aburrido pero ha estado de nena llorona conmigo. No puedo abrir inbox's, no veo las actualizaciones después de un buen rato y a veces no se carga la página de inicio ni los comentarios ¬¬' ¿a alguien más le pasa?

Posdata: mañana tiraré "ciertas cosas" que no me gustan porque son bien feas, bien horribles.

Púrpura profundo

Ése es el título que le puse a una historia que terminé ayer en la noche. (Y no tiene nada que ver con Deep Purple). No voy a publicarla aquí en el blog porque aún me da un poco de pena que la gente lea algunas cosas que escribo. Aquí en el blog pues no me da pena que lean lo que publico pero si leyeran las cosas que tiene mi libreta Ferrari... ¡muero! Esa libreta es como una especie de diario.

Y tengo planeado escribir dos historias más en esa libreta, pero aún me falta imaginar cuál será la trama, los personajes y todo eso; aunque como son historias cortas no tengo que desarrollar mucho esos elementos ;D.

¡Dios, éste es el primer post del año! Sentí que tardé bastante en volver a escribir. No sé... es que cuando no escribo algo o cuando dejo a medias una historia como que me presiono para volver a escribir. Es algo que siempre está ahí en mi cabeza, y hasta que no lo hago, no deja de molestarme.

Quique y yo nos saldremos de la prepa y formaremos una banda que se llamará "Lisbeth Salander" ¿quién se apunta?

Y ya casi entro a clases, y no quiero irrr :/ .

Y todavía no sé qué haré con mi vida universitaria y se supone que ya debería saber ¬¬' . Pfff... estrés mil con eso, mejor no pensar.

Chocoaventuras presenta: Cuando tenía una valiosísima oportunidad de ligue (post algo largo)

Mañana iré a ver "Fuego" con Quique (si me dan permiso, claro). Esperen la crítica de la película en su blog (o sea, aquí). Y si quieren saber qué película ver en el cine, cuál no deben ir a ver ni de broma y reírse un rato, su blog es el indicado (pero no me abandonen, snif [bueno, ni me siguen muchos pero pues]).

¿Nunca les ha pasado que sienten como que tienen una oportunidad, es suya... y la dejan ir? Porque yo sí, justo hoy :'(.

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Resulta que hoy, Quique y yo estábamos muy tranquilos en el salón cuando dos ex-compañeros de cuarto semestre llegaron a prestarnos nuestros libros de economía y nosotros, muy amables y buenas personas se los prestamos. De ahí, el resto del día transcurrió normal, aburrido y pendejo como todos los días en la escuela.

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Ya en la última clase, mi mente me dijo: "Katy, no se te olvide ir por tu libro de economía", y yo: "nooooooooo". Sin embargo, después de la última clase me fui con Quique derechiiiiito a la salida.

(Aquí es donde piensan "aaaaaaaaaaaayyyyy, qué distraídos y pues sí, qué distraídos).

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Ya habíamos caminado como dos o tres cuadras cuando me paro y que le digo a Quique: "Hijo de su puta madre" y él: "¿Qué?" y yo: "mi libro de economía" y él: "si, también el mío". Y que vamos de regreso a la prepa.

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En el camino íbamos diciendo "¿y si no nos dejan entrar?" "no, no creo que nos digan algo" "pero ese grupo no ha salido ¿verdad?" Y cosas por el estilo.

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Bueno pues al fin llegamos a la prepa y según nosotros no había nadie en la entrada y pues entramos así nomás, peeeeeerooooo un prefecto (al que un amigo apodó "Mr. Justicia") nos dice: "heeeeeeeey... ¿a dónde?" y yo: "se nos olvidaron unos libros" y él: "que vaya uno". Y pues ni modo, fui yo.

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Por donde está mi salón vi a Luci (la chava a la que le presté mi libro) y que voy con ella y que me da mi libro y yo ya estaba toda contenta y feliz porque yaaaaaaa tenía mi libro, peeeeeeeeero... faltaba el libro de Quique.

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Quique le había prestado su libro a un compañero que se llama Fernando (que es buena onda y chistoso y me cae bien, aunque nos llevábamos más en primer semestre) y le pregunté a Luci:

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Yo: Luci ¿no has visto a Fernando?

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Luci: No; ah pero mira aquí está su mochila, a ver si tiene el libro de Quique (la abre y la revisa) ammm... no, no está aquí, yo creo que se lo llevó y fue a buscar a Quique para dárselo.

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Yo: ¬¬' Aaaaah... tendré que ir a buscarlo.

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Y ahí me ven, caminando por toda la escuela buscándolo.

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Pero aquí viene la parte importante (y medular) de lo que les quiero contar (pongan atención, jejeje).

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Cuando pasé por donde están los de primero... lo vi. No, no vi a Fernando sino a... él :D. Vi al niño que me gusta, chaparrito, werito, de ojos bonitos, de tenis bonitos, ah, ah :D. Pues en el camino yo iba pensando: "Katy, háblale, haz algo, empújalo dizque por accidente, dile algo sobre sus tenis, haz algo, algo, ¡¡¡ALGO!!!" pero mi otro yo (tengo varios "yos") decía: "No, pero, pero, pero ¿qué? ¿qué le digo? ¿qué hago? Neh, no mames, está con sus amigos y qué oso gooooooeeeeee ¿y si hago el ridículo? ¿y si me caigo?" Total que pasé... lo vi a los ojos... me vio a los ojos... me sonrió (¡sí, creo que él me sonrió primero!) le sonreí... ¡y ya! No le hablé, ni lo empujé ni le dije de sus tenis ¡ni nada! Sólo pasé y nos sonreímos y ya ¬¬'. Y pasé de regreso ¡y lo mismo! (Tampoco pude hablarle).

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Y toooooooda la aplanada que le di a la escuela valió madres porque el mentado Fernando ¡estaba en la entrada! y yo: ¬¬'. Pues ya, total que me dio el libro de Quique y se lo llevé y ya nos fuimos.

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Y en el camino (ahora sí, en el camino de regreso a nuestras casitas) Quique me dijo algo que me hizo sentir más pendeja de lo que ya me sentía:

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Quique: Oye, en la salida vi al chavo que te gusta.

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Yo: ¿Dónde? Pero si lo vi por donde están los primeros... camina rápido.

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Quique: ¿No lo viste? ¡Pero si estaba a un paso de ti! (Debió haber pensado "qué pendeja eres").

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Yo: ¿¿¿¿Síiiiii???? ¡Te juro que no me di cuenta!

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Quique: ¬¬'.

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Cabe señalar que ese chavo no es el único que me gusta así que tal vez Quique y yo no estábamos hablando de la misma persona (aquí es donde piensan: "inche Katy puta"... pero pues no, puta no porque no le he hablado a naaaaadieeee de los que me gustan).

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Pero, pero, pero... o sea, ¡NO JODAN! Tuve dos, DOS oportunidades de hablarle, de romper el hielo pero NOOOOOOOO... no lo hice por mi maldita inseguridad, y y y y... me sentí TAAAAN pendeja... porque la oportunidad la tenía ahí, ahí enfrente de mí ¬¬'.

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Pero bueno, ojalá y haya ooooooooootra oportunidad y esta vez sí me decida (hago changuitos, jijiji) :D.

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P.D: Sí iré al cine con Quique mañana (morían por saberlo) a ver si va Jorge también =). Me pregunto si los del cine ya me conocen porque voy más o menos seguido pero siempre con hombres... diferentes (han de pensar: "inche vieja puta"). Jejejeje