domingo, 30 de septiembre de 2012

Aviso importante

Queridos amigos y seguidores todos:

Me cambio de casa (es decir, de blog). No seguiré actualizando El mundo de Katy, pero si son de espíritu nostálgico, no se preocupen: no lo borraré, así que pueden entrar cuando gusten a leer patoaventuras que ni yo misma recuerdo (excepto cuando fui con el dentista y tenía cara de ardilla; o cuando vi el camión de Barbie en tamaño real. Cómo olvidar eso.)

Pero si son como yo, de los que no voltean cuando se despiden para siempre de alguien, esperen nuevos posts en:


Muchísimas gracias y nos seguimos leyendo.

Katy : )

jueves, 16 de agosto de 2012

Lamento borincano

Hace poco descargué el disco Pasiones de cabaret, de Edith Márquez. Todas las canciones son covers con un toque "cabaretesco", si puedo inventar esa palabra. La canción "Remolino" es una de mis favoritas, por la letra, y el ritmo de "Derroche" es riquísimo. Pero, en esta entrada, quiero hablar de la canción "Lamento borincano".

Si no han escuchado la canción, se la pongo aquí. Es la versión de Edith Márquez porque es la única que conozco, pero además, me parece que la interpreta muy bien, y la letra exige eso.

"Lamento borincano" fue compuesta por Rafael Hernández Marín en 1929. Básicamente, habla de la pobreza de los campesinos puertorriqueños por aquéllos años (irónicamente -bueno, no es tan irónico en realidad- la escribió en Nueva York). Pero, si uno pone atención a la letra, podrá encontrar palabras "raras" o más bien, desconocidas. Veamos cuáles son esas palabras.

Empecemos con la segunda estrofa, que dice:

Piensa remediar la situación
del hogar que es toda su ilusión, sí.
Y alegre, el jibarito va
cantando así,
diciendo así,
bailando así por el camino:
"Si yo vendo la carga, mi Dios querido
un traje a mi viejita voy a comprar".

Los jibaritos (o jíbaros) son indios del Amazonas pertenecientes a la tribu Shuar. Fueron los españoles quienes los nombraron así durante la época de la Conquista. Según el DRAE, "jíbaro" se aplica en Puerto Rico para referirse "al campesino de ascendencia española, generalmente en las regiones montañosas de la isla". En Cuba, "jíbaro", como sustantivo, hace alusión a una persona arisca y huraña (también, según el DRAE). Ahora, sigamos con la quinta estrofa (que, si no me equivoco, es el coro):

Se oyen los lamentos por doquier
en mi desdichada Borinquen, sí
y triste, el jibarito va
pensando así
diciendo así
llorando así por el camino:
¿qué será de Borinquen, mi Dios querido?
¿Qué será de mis hijos y de mi hogar?

"Borinquen" es el nombre con el que antiguamente se designaba a Puerto Rico (nótese la cercanía con la palabra "boricua"). Los indios taínos llamaban a su tierra Borikén, que significa algo así como "tierra de cangrejos" (esto, antes de la llegada de los españoles, por supuesto). Pero Gautier no le da este significado. Veamos, en la siguiente estrofa:

Borinquen, la tierra del Edén,
la que al cantar, el gran Gautier llamó "la perla de los mares"...
Ahora que tú te encuentras con tus pesares,
déjame que le cante yo también.

José Gautier Benítez, aunque en principio militar, se dedicó también a la poesía. De hecho, es considerado el precursor del romanticismo en Puerto Rico. Escribió A Puerto Rico ausencia y A Puerto Rico regreso, poemas que hablan de la nostalgia que sentía por su patria cuando se encontraba en España debido a su carrera militar. En efecto, llamó "perla de los mares" a Borinquen en su poema "Puerto Rico":

¡Borinquen!, nombre al pensamiento grato
como el recuerdo de un amor profundo,
bello jardín de América el ornato,
siendo el jardín América del mundo [es decir, el jardín del Edén].

Perla que el mar de entre su concha arranca 
al agitar sus ondas placenteras,
garza dormida entre la espuma blanca
del níveo cinturón de tus riberas.

Personalmente, creo que esta canción (o más bien, poema musicalizado) es un ejemplo de todo lo que se puede aprender a través de las palabras y de todo lo que tienen detrás. Es interesante ver cómo el compositor, Hernández Marín, habla de un jibarito, un campesino; pero, al mismo tiempo, habla también de todos los jíbaros y de la situación que vivían en 1929.

Este tema también es un "pretexto" para expresar la opinión que tengo de no despreciar la "cultura popular" (me refiero a la cultura popular en el sentido purista "qué vergüenza escuchar algo tan común como Edith Márquez"), es decir, todas esas canciones pop que la mayoría del tiempo son estúpidas, o estaciones de radio como "El patrón" (música de banda, norteña) siempre pueden aportar algo, y, de esta forma, como dice Roberto Cotroneo en Si una mañana de verano un niño, "tu cultura [general] no correrá ningún peligro". (Citado de memoria, así que puede variar).

miércoles, 18 de julio de 2012

"-¿Ya leíste el libro? -No. Vi la película"

Ayer leí una entrada en el blog Papeles perdidos sobre una actualización (otra) de la novela Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. Esta nueva actualización consiste en el videojuego (que se puede encontrar en Facebook) llamado Jane Austen's Rogues & Romance. No lo he jugado, pero, a grandes rasgos, el jugador tiene que devolver a Mr. Darcy y a Elizabeth Bennet a las páginas de la novela (esto a petición de la propia Jane Austen).

Como bien señala la entrada de Papeles perdidos, Orgullo y prejuicio es una novela que ha sido muy adaptada a casi todas las versiones imaginables (como aquélla Orgullo y prejuicio y zombies). La novela también se ha adaptado al cine, como muchos sabrán.

Podemos hablar sobre adaptaciones interesantes, como la novela gráfica inspirada en el poema Aullido, de Allen Ginsberg, o la reciente versión cinematográfica de Ana Karenina (pueden ver el tráiler aquí, y a Keira Knightley como la Karenina. Que, dicho sea de paso, yo la imaginaba más gordita).

Aquí la pregunta es: ¿son buenas o malas las actualizaciones de obras literarias? Yo creo que son buenas y malas a la vez. Buenas porque a veces la adaptación sale bien, se mantiene lo más fiel posible al proyecto original y puede que hasta despierte el interés del público por conocer ese proyecto original. Malas porque es posible que pase exactamente lo contrario: que la gente diga "qué hueva leer Ana Karenina, mejor me espero a la película". Las posibilidades de que la gente piense así aumentan considerablemente si tomamos en cuenta que esa novela tiene poco más de mil páginas.

Yo entiendo que de pronto se nos haga más cómodo ver la película, y no condeno eso porque finalmente es una forma de conocer la obra. Aunque, por otro lado, creo que novelas como Ana Karenina merecen ser leídas.

De cualquier manera, creo que lo que nos hace falta (sobre todo a la sociedad mexicana) es acercarnos a la cultura, en especial, leyendo (tal vez podrían empezar por leer algo más ligero que las novelas de Tolstói, no digo que empiecen a devorar cosas como La guerra y la paz, tampoco). Y, como me dijo alguien alguna vez, al menos los lectores de Crepúsculo ya agarraron un libro. No fue el mejor, pero al menos ya saben qué es un libro, y eso da esperanzas.

(Y, por si se lo estaban preguntando, no me encanta la versión que Tim Burton hizo de Charlie y la fábrica de chocolate. La soporto, pero me disgusta un poco la imagen y la actitud de Willy Wonka y el que su padre sea dentista).

jueves, 28 de junio de 2012

Beckett, tú y yo soñamos con mujeres que ni fu ni fa

Los que me siguen en Twitter habrán notado que tuiteo mucho sobre cierto libro de Samuel Beckett: Sueño con mujeres que ni fu ni fa. El título tal vez no les suene porque ustedes no leen. No, mentira, tal vez no les suena porque se trata de una edición inédita en español hasta el 2011. El título original es: Dream of Fair to Middling Women. He aquí la portada (que amo):


Sueño... es una novela profundamente autobiogáfica, como señalan los traductores en su posfacio (agradecí que el libro tuviera un posfacio, aclara muchas cosas) y narra las desventuras de Belacqua, un joven poeta que, efectivamente, sueña con mujeres que ni fu ni fa: la Smeraldina-Rima, la Syra-Cusa y la Alba.

Cuando estaba leyendo la novela, me di cuenta de por qué no había sido traducida antes al español, y es que se trata de una labor difícil, porque al señor Beckett le gusta jugar con las palabras, enredar al lector con aposiciones, oraciones subordinadas (muchas oraciones subordinadas) y, por si fuera poco, términos en alemán, francés, italiano y latín (aquí también agradecí las notas al final de la novela). Pero no sólo eso: a Samuel Beckett le gusta hacer alarde de su cultura citando pasajes bíblicos, mitología griega y nórdica u obras de distintos autores europeos. Y en esta parte, he de agradecer la ayuda de Wikipedia.

No me voy a enfocar en ese aspecto de la novela. Lo que me pareció interesante es que Beckett la escribió cuando estaba en un momento difícil de su vida: alejado de su familia y amigos (entre ellos James Joyce) e involucrado en relaciones sentimentales tormentosas. Esos conflictos se ven a lo largo de Sueño..., por ejemplo, cuando Belacqua sólo quiere estar en su "uterotumba" (un concepto genial que significa estar con uno mismo, en completo silencio y soledad) pero no puede porque sus mujeres y/o sus amigos lo importunan. Así que el pobre Belacqua no puede darle a sus mujeres lo que ellas quieren porque él, en realidad, no quiere estar con ellas.

Así es, damas y caballeros, la novela me encantó e hizo que empezara a enamorarme de Beckett. Ya antes había leído Esperando a Godot, su obra más representativa. Pero Sueño con mujeres que ni fu ni fa hasta me dio un tema de ensayo, en el que puedo desarrollar cómo el autor se burla de su amigo y maestro, James Joyce. Algún día lo escribiré, lo prometo.

Roald Dahl decía que él no escribía sobre experiencias personales porque para él, la verdadera genialidad de escribir era inventar historias. Yo estoy de acuerdo, aunque hay personas a las que les sale muy bien escribir sobre lo que han vivido. Y lo hacen de una manera tan genial como Beckett en esta novela.

lunes, 11 de junio de 2012

Agujeros blancos y lo fantástico

Hace unos momentos, leí una nota sobre los agujeros blancos. Supuestamente (porque nadie sabe si realmente existen), son la contra parte de los agujeros negros. Así, mientras que éstos "tragan" cualquier clase de materia, los agujeros blancos la "escupen". Una teoría bastante lógica. Si algo puede desaparecer en un agujero negro, ¿por qué no puede reaparecer en uno blanco? Imaginen si dos de estos cuerpos se encontraran conectados: sería una forma de viajar por el espacio (claro, sólo haría falta saber dónde desemboca tal o cual agujero).

Es un poco como las llamadas "puertas telúricas". Yo supe de ellas gracias a Los secretos del inmortal Nicolas Flamel. Son puertas que comunican dos ciudades del mundo; uno entra a una de ellas en California y aparece instantáneamente en París. (Para los curiosos: en el libro dicen que hay una puerta telúrica en las catacumbas de la capital francesa -donde, por cierto, hay huesos humanos-y otra en el llamado "Kilómetro cero" de esa misma ciudad).

Pero lo más divertido de esto es pensar que pueden existir muchas dimensiones en el mismo espacio, y que uno puede atravesar cualquiera de ellas para aparecer en otra. Tal vez haya gente que sea capaz de hacer eso, y probablemente forman una sociedad secreta... Los más experimentados, además de viajar por distintas dimensiones, pueden también viajar en el tiempo. Sin embargo, la pregunta es: ¿cuál es su propósito?

martes, 15 de mayo de 2012

¿Dónde se encontraba usted cuando...?

La "memoria de flash" es un tipo de memoria con la que recordamos sucesos o hechos importantes con todo lo que los rodea. Piensen en un hecho importante de sus vidas (la muerte de alguien, por ejemplo) y verán que lo recuerdan con mucho detalle.

Por ejemplo: ¿qué hacía usted, querido lector, cuando se murió el papa Juan Pablo II? En ese entonces, yo tenía doce años, y recuerdo que estaba en mi casa, en Chiapas. Era de noche y en la tele salió Javier Alatorre diciendo que el papa había muerto. También recuerdo (a lo mejor no es cierto y mi mente lo inventó) que los conductores de noticieros se peleaban por ver quién daba primero la noticia. Al final, creo que Alatorre le ganó a Joaquín López Dóriga.

Cuando murió Michael Jackson, me enteré porque en la noche llegó mi papá a la casa y nos dijo. Poco después, la noticia salió en Las noticias por Adela, y al día siguiente, todos eran fans del Rey del Pop. Hasta una amiga (que ya es ex-amiga y prácticamente no sé nada de ella) me dijo que "se enojó" cuando se enteró de eso. Yo me sorprendí porque nunca antes me había dicho que le gustaba Michael Jackson.

Curiosamente, no recuerdo qué estaba haciendo o cómo me enteré de la muerte de José Saramago. Sólo recuerdo que cuando murió, dije: "'Ora sí, tengo que comprar y leer El viaje del elefante". Y lo compré y lo leí. Es ampliamente recomendable, chavos. Léanlo.

Sólo recuerdo una imagen del once de septiembre del 2001 (sí, cuando se cayeron las Torres Gemelas), y es la ya clásica imagen del avión que atraviesa una de las torres y ésta se desmorona sobre sí misma como si fuera de papel. Eso me impactó porque no podía (no puedo) entender cómo es posible eso. ¿Cómo un avión, un objeto pequeño comparado con la torre, puede destrozar algo tan grande y sólido? Pero más allá de eso: ¿Qué sintieron las personas que estaban en las torres y en los aviones? 

A lo que quería llegar con todo esto, es que, probablemente, en el futuro pregunten: "¿Qué hacía usted cuando se murió Carlos Fuentes?" Y entonces, como yo ya voy a ser famosa, diré que estaba en Xalapa, que lo vi publicado en Facebook y después mis papás me llamaron para decirme. Pero no sólo eso. Diré también que lo había visto hacía no mucho tiempo en la Cátedra Carlos Fuentes que organizó la Universidad Veracruzana y ahí, el señor Fuentes firmó mi ejemplar de La muerte de Artemio Cruz. Hasta podría escribir un artículo.

Pero ustedes, queridos lectores, ¿qué estaban haciendo cuando tembló en la Ciudad de México en 1985? Si tengo lectores de Chiapas, ¿qué estaban haciendo cuando hizo erupción el volcán Chichonal y todo se llenó de ceniza? ¿Qué hacían cuando Vicente Fox llegó a la presidencia? ¿O cuando murió Colosio? 


viernes, 4 de mayo de 2012

Un país de El mundo de Katy

Ayer fui a la FILU (Feria Internacional del Libro Universitario)con mi amigo Héctor, y fuimos felices viendo libros y comprando revistas Algarabía. Bueno, él las compró. Yo estoy feliz porque compré Mi tío Oswald, de mi súper autor favorito de infancia: Roald Dahl.
Es curioso encontrar un libro de tu autor favorito de infancia, sobre todo porque Mi tío Oswald no está dirigido a un público infantil. Digo que es curioso porque es como si Roald Dahl hubiera crecido conmigo. Y es que cuando yo era niña, lo primero que leí (bueno, no fue lo primero-primero, pero era lo que más me gustaba leer de pequeña) fue Matilda, Las brujas, La maravillosa medicina de Jorge, El gran gigante bonachón, James y el melocotón gigante... Aún tengo esos libros, de los que sigo enamorada:
No sé a ciencia cierta por qué me gusta tanto Dahl. He pensado que se debe a su prosa, que es deliciosa y muy descriptiva (de ahí que yo sea descriptiva también y le ponga adjetivos a todo, como bien me ha dicho Guso). O tal vez se deba a su genial imaginación (sí, ahí tienen un adjetivo), que ya quisieran muchos de mi Facultad.

Hace poco, volví a ver la película Las brujas y me di cuenta de que Dahl es un poco... macabro. Eso de que las brujas conviertan a los niños en ratones para luego matarlos más fácilmente no es el tipo de literatura que le leería a mi primito de ocho años. Aunque bueno, él lee La maravillosa medicina de Jorge, donde, gracias a la medicina de Jorge, la abuela de éste se hace pequeñita, pequeñita, pequeñita, hasta que desaparece. Sin embargo, no creo que esas partes macabras, o incluso las partes tristes (como que Sofía, la protagonista de El Gran Gigante Bonachón sea huérfana y viva en un hospicio) le quiten ternura a la narrativa de Roald Dahl. Digo esto a sabiendas de que no soy objetiva, precisamente por mi sentimiento de empatía con el autor.

Definitivamente, Roald Dahl es mi autor favorito, y lo seguirá siendo para siempre y por siempre y siempre. Algún día escribiré un libro que será tan tiernamente fantástico como los de él (porque suelo ser tierna, muchachos lectores, no crean que todo son quejas. Mi blog es una cosa, mis cuentos -o intentos de cuento- son otra muy diferente).

lunes, 23 de abril de 2012

De por qué soy una mala lectora

Según mi exhaustiva investigación (léase Google), la novela de Carlos Fuentes, La región más transparente, puede causar todo, menos indiferencia. Y a mí no me causó indiferencia, sino hueva. La verdad, no sé qué sea peor.

Les explico: tengo que leer La región para mi clase de Literatura mexicana del siglo XX. He hecho esfuerzos titánicos para leerla, pero nomás no me entra. Ya antes había leído (intentado leer) La muerte de Artemio Cruz, pero me causó el mismo efecto, y dejé a don Artemio agonizando en la página ochenta. Sí, lo dejé agonizando, recordando, siempre hacia atrás, hacia atrás...

Yo misma me he preguntado qué demonios tiene el señor Fuentes que no me guste y que haga que no pueda terminar de leer sus libros (por cierto, Aura sí me gusta, por si se lo preguntaban). No he llegado a una conclusión que me convenza, por eso sólo puedo decir que hay "algo" en su prosa. Me parece que es sosa y aburrida. Sé que este argumento no es sólido, sino más bien... ¿ambiguo? Pero es lo único que puedo decir si quiero contestar a la pregunta "¿Cuál es mi problema con Fuentes?" Además, pasan como veinte páginas, y la novela sigue narrando la misma situación sin que pase absolutamente nada; simplemente, el señor Carlos se centra en los diálogos de los personajes que, la verdad, no me dicen nada. Sí, claro, a lo mejor soy una mala lectora y no puedo ver ciertas cosas, pero me sigue pareciendo aburrido.

Toda esta disertación me lleva a recordar otros libros que abandoné, como Eón, el despertar del ojo de dragón, de Allison Goodman, que pues sí, estaba chidito pero iba demasiado lento, a mi parecer. También Bruja mala nunca muere, de Kim Harrison. No lo terminé porque nunca le encontré el menor sentido, parecía la segunda parte de otro libro.

Otros libros que no he podido leer porque de plano no me entran son Las aventuras de Tom Sawyer y La llamada de la selva. Lo malo es que es como un crimen no poder leer esos libros. Mis compañeros leprosos... perdón, letrosos, me quemarían viva, y también uno que otro maestro, o la gran mayoría.

Pero bueno, tampoco terminé de leer Un capitán de quince años y Las tribulaciones de un chino en China, de Julio Verne... Mejor ahí le paro, no me vayan a linchar.


domingo, 8 de abril de 2012

Acostumbrarse a la soledad

Yo soy un gato solitario por naturaleza. Aunque tengo varios amigos, "conocidos" y "contactos" (son niveles diferentes para mí), no me molesta la soledad. Incluso puedo decir que la disfruto y que estoy acostumbrada a ella.

Esto puede ser bueno y malo. Bueno porque no me deprimo ni me angustia estar en un lugar donde no haya nadie que pueda ayudarme. Y no, tampoco me da miedo estar sola en casa ni me espanto por ruidos extraños, voces o apariciones de gente en el espejo o en la televisión estática (a todo el mundo le pasa, ¿no?). Malo porque creo que esto de estar acostumbrada a la soledad tiene muchas desventajas.

Una de esas desventajas es que, cuando estoy acompañada, no me siento dueña de mi tiempo, y mi tiempo es muy valioso, he de señalar. Les explico: me siento dueña de mi tiempo cuando estoy sola y yo decido qué cosas hacer, en qué orden hacerlas y en cuánto tiempo (suena un poco obsesivo porque lo es). La cosa cambia cuando estoy acompañada, porque muchas veces (esto puede sonar duro, pero no lo es tanto, y no significa que no me guste estar acompañada) tengo que hacer coincidir mi tiempo con el del otro. Claro que disfruto de la compañía de mis amigos, pero también siento que debo tener tiempo para mí.

El problema viene cuando estoy con personas que sí merecen esa "coincidencia de tiempos" porque siento que soy grosera (sí, más de lo que ya soy) y obviamente no es justo para esas personas.

Creo que debí escribir este post en aquélla tarea en la que hay que responder a la pregunta "¿Cuáles son tus orillas enfrentadas?" Bueno, es cuestión de copiar y pegar ;) .

sábado, 31 de marzo de 2012

Camelias

"Me pongo a llorar bajito, despacio, y en mi pecho se estremece una camelia".
Muriel Barbery, La elegancia del erizo

A veces me dan ganas de desaparecer y aparecer en otro universo. O de irme lejos, muy lejos; sin decirle a nadie... Y descansar, descansar mucho para no pensar en nada.

Desde hace varios días, en mi recámara suena (en este orden): "Snow (Hey Oh)", "Tan sólo un minuto" y "Lago de tierra". Y todo lo que está en medio.

viernes, 9 de marzo de 2012

Caja de recuerdos



Hoy me dio por revisar mi "caja de recuerdos". Encontré cartitas (lo primero que hay en una caja de recuerdos), tarjetas de cumpleaños, globos desinflados, un corcho del vino de la Navidad pasada, boletos de cine, un boleto de ballet, los boletos de Austin TV, un autógrafo... Pero más que eso, la caja de recuerdos guarda las memorias de las cosas que estuvieron ahí; a saber: poemas que alguien escribió pensando en mí (cuando los leí por última vez, descubrí un verso que no tenía sentido. De verdad, no tenía sentido, aun siendo poesía), cartitas de mi última relación, una cadenita muy linda, una pulsera de estrellas, un globo que decía "Te quiero mucho", un dibujo...

A veces (hoy, por ejemplo) quisiera volver a tener esas cosas. No sé para qué, tal vez para recordar esos momentos y reír o llorar... Ya ni siquiera tengo fotos, y eso puede resultar un poco triste; aunque, como yo digo, ¿de qué sirve conservar cosas que pertenecen al pasado? Por eso soy tan radical cuando quiero olvidar a alguien. Quiero decir que no conservo absolutamente nada de él (sí, estoy hablando sobre todo de mis ex). Creo que soy injusta por eso, porque sé que, como quiera, son personas que me quisieron mucho, y que yo quise mucho. En fin, ésa es mi manera de olvidar (y de recordar, también).

En otras noticias, él es Monsi:




y él...



lee La Hechicera

martes, 6 de marzo de 2012

Continuidad de las parroquias

El domingo fui a comer a La Parroquia. El domingo fue el día de la familia y yo no me acordaba, pero al final me acordé y le dije a mi mamá y la felicité y ella me agradeció ser parte de su familia, lo que me pareció un poco ilógico porque yo no elegí ser parte de su familia, pero me da gusto serlo.
En La Parroquia había un bebé que volteaba a verme y se reía cuando yo hacía caras y sus papás (supongo que eran sus papás) se dieron cuenta y también se rieron y el bebé parecía feliz. Además, me pareció que ésa era una manera bonita de celebrar el día de la familia: haciendo reír a un bebé que está en la mesa de enfrente, sentado en una sillita de bebé y comiendo trocitos de esa arrachera tan rica que venden en La Parroquia, aunque yo no comí arrachera ese domingo; comí una pechuga de pollo a la plancha con ensalada y de postre, un helado de vainilla. Casi nunca pido postre, pero ese domingo sí, y no sé por qué; sólo se me ocurrió pedir un helado de vainilla y comerlo. Y eso que no me encantan los helados de vainilla. Me gustan más los helados de pistache, sobre todo porque son de color verde y el color verde es algo extraño, en un helado, quiero decir.
Ahora estoy escuchando "Alligator sky" y a unas niñas que están aquí en la cocina. Mi cuarto queda al lado de la cocina, así que escucho todo... y no sólo escucho todo lo que pasa en la cocina, sino todo lo que pasa en el pasillo, en las escaleras e incluso en la lavandería que queda justo al lado de la pensión. No me da miedo escuchar todo lo que pasa, además, nunca he escuchado algo raro, como un grito o algo así. Y eso sí me daría miedo. Aunque, ahora que lo pienso, no sé qué cosas me dan miedo. La muerte, obviamente, como a casi todo el mundo. Pero me da más miedo la muerte de otros que la mía; sobre todo porque no sé cómo reaccionaría si viera morir a alguien, por ejemplo. Creo que sería sumamente traumático, pero no sé a ciencia cierta cómo me sentiría, tal vez porque nunca... Y ahora escucho "Vanilla twilight", que es una canción que me gusta mucho porque pienso en estrellas y colores y galaxias y lunas... Por cierto, tengo galletas en forma de luna que compré el otro día en el Súper Issste. Pati también tiene esas mismas galletas, y están muy ricas.
Por cierto, no he encontrado un restaurante aquí en Xalapa que tenga un buen pan o unas buenas galletas para tomarse con cafecito. Ni siquiera en La Parroquia.

domingo, 26 de febrero de 2012

Súper Austin TV



Ayer fui al concierto de Austin TV con mi amigo Juan. Pueden visitar su Tumblr pushando aquí. También estaba mi amigo Toño, que tocó chidísimo con su banda y se emocionó y todo, aunque no lo oíamos al principio. Según Juan, tampoco se oía la tarola (por favor, no me pregunten qué es la tarola ni si de verdad no se oía; yo no tengo oído para eso, para mí se oían y ya).

Whatever, mejor pasemos al concierto, que estuvo MUY chingón.

(Ya sé que habrá gente que me regañará porque los-párrafos-no-pueden-ser-de-una-línea, pero mejor continuemos). Oficialmente, iban a tocar tres bandas: Bengala, Descartes a Kant (me encanta el nombre de esa banda. Es de puras chavas muy guapas, por cierto. Hubo gente que les gritó guarradas, pero mejor no digo quién) y Austin TV. Bengala canceló porque (misteriosamente) se enfermó el vocalista. En fin, yo fui por Austin TV.

Así que algunas bandas xalapeñas (ya descubrieron mi secreto. En efecto, no vivo en el Poblado de Malbork) empezaron a tocar, entre ellas la banda de Toño, como ya dije. Por favor, no me pregunten el nombre de las bandas, soy pésima con los nombres. De hecho, de todas las personas que me presentaron ayer sólo recuerdo el nombre de una.

Las chavas de Descartes a Kant prendieron chidísimo a la gente, incluso más que Austin TV, diría yo. Entraron al escenario bailando El Cascanueces vestidas de bailarinas y toda la cosa, pero empezaron a tocar durísimo, con súper gritos de colegiala. Lo que me gustó fue eso: el contraste entre la música clásica y su música (que llamaré "música rock", aunque no estoy segura de que lo sea). Además, le aventaron globos y espuma al público. Como me dijo Juan: "El contraste entre lo que me enseñan -estudia música- y lo que me gusta". Y yo no podría expresarlo mejor.

Después, salió Austin TV. La verdad, no soy fan from hell de ellos, pero he escuchado algunas canciones y me gustan. Sobre todo "Hombre pánico", aunque creo que no la tocaron. ¡Ah! Se me estaba olvidando decir que la edición especial de su disco tiene figuras pop-up (ya saben, de ésas que se levantan) muy padres. ¿Qué banda mexicana hace eso?

En fin, el puuuuunto es que a mí me encanta ver y convivir con gente que disfruta su trabajo, como los chavos de Austin, que además se ve que son buena onda. A medio concierto se descompuso el amplificador (sí, creo que fue eso; no confíen tanto en mí), pidieron disculpas y mientras se arreglaba hicieron una "sesión de prensa". Pero prendieron muchísimo y hacían bailar a la gente y ya saben.

Al final de todo estuvieron muy accesibles. Para muestra, he aquí mi foto con Chío San (traten de ignorar cómo salgo):



Y un sticker de Descartes a Kant en mi súper libretita:



Y mi autógrafo en mi súper libretita:



Ahora, un pequeño comercial: El mundo de Katy ya tiene página en Facebook. ¿Qué esperas para darle like? ¡Es muy fácil, amiguito! Sólo tienes que dar clic donde dice "página en facebook". De esta forma, serás conducido a la página en facebook de este blog y lo único que te queda por hacer es dar clic en "me gusta". ¡Y listo! Además, con tu like participa para ganarte un auto último modelo.

El mundo de Katy, derechos reservados. Come frutas y verduras. Permiso SEGOB: 9076-5430.

UPDATE: Miento. Sí tocaron "Hombre pánico" :D

miércoles, 22 de febrero de 2012

Hoy lloro así



¿Se han puesto a pensar que la muerte es extraña?

De repente, alguien está aquí, en este planeta, en este continente, en este país, en este estado, en este municipio, en esta casa y luego sale a la calle y ya no está. A causa de un automóvil, de unas escaleras, de un cuchillo, de una bala perdida... desaparece. Así, sin más.

¿Qué pasa al momento de morir? ¿Duele? ¿Qué siente o qué piensa, en sus últimos segundos, la persona que muere? ¿Es cierto que uno ve su vida en imágenes rápidas, como si se tratara de una sucesión de fotos o una película?

Pero, sobre todo, ¿por qué tenemos que morir? He pensado (y muchos lo dicen, también) que así es como funciona el universo, que no habría vida sin muerte y viceversa. Eso tiene su lógica, por supuesto, pero, ¿no podría ser de otra forma? Menos dolorosa, quiero decir.

A muchas personas (a la mayoría de la gente, diría yo) le da miedo morir. Yo creo que eso se debe a que la muerte es algo desconocido; no sabemos qué hay al otro lado (¿es cierto que hay otra vida? Y si no, ¿qué hay entonces?). Sin embargo, a mí me da más miedo pensar en todo lo que dejaré atrás cuando muera.

"Pronto llegará el verano. Son las siete. Repican las campanas en la iglesia del pueblo. Vuelvo a ver a mi padre con la espalda inclinada, concentrado en el esfuerzo, removiendo la tierra de junio. El sol declina. Mi padre se incorpora, se enjuga la frente con la manga y emprende el regreso al hogar.
Fin de la jornada."
-Muriel Barbery, La elegancia del erizo.

jueves, 16 de febrero de 2012

Parole, parole

Yo debería estar leyendo, pero mejor les posteo algunas palabras que encontré en el Tesoro de la Lengua Castellana o Española, de Sebastián de Covarrubias (que pueden consultar aquí).

El Tesoro es una especie de diccionario de español antiguo, así que transcribiré algunas palabras usando las normas ortográficas actuales.

Altanero: el halcón, o ave de rapiña, que vuela por alto, a diferencia de los que vuelan pecho por tierra. Del mozo desvanecido y de poco asiento, decimos "ser altanero".

Cabrón: animal conocido, símbolo de la lujuria, por lo que hemos dicho, verbo "cabrito". Sacrificábanle los gentiles a Baco por el estrago que hace en las viñas cuando puede entrar a roer las vides.

Caca: (...) cuando las amas no quieren que el niño coma alguna cosa que le ha de hacer mal, le dicen que es caca y les hacen algún gesto de enfado, como a cosa sucia y hedionda. Proverbio: "La caca callarla", dícese de los que blasonan mucho de su linaje y si tienen algún cuarto que sea malo, le callan.

Elitropia: cierta piedra preciosa, que, fabulosamente, dice hacer invisible al que la trae consigo.


domingo, 12 de febrero de 2012

Katia

K A T I A

Origen: ruso.
Significado: pura, inmaculada.
Variante rusa de Catalina.

Aunque mis padres no son grandes admiradores de la cultura rusa (bueno, a mi mamá le gusta Tolstoi), decidieron llamarme Katia. De cariño me dicen Kati (variando la i latina con una y griega). En internet soy Katy. Así estoy en Facebook, en Twitter, en Blogspot y en Hotmail.

El significado de Katia puede entenderse en el sentido de "honesta, directa, clara". Y entonces, sospecho que mis padres le hicieron caso a eso. Tal vez querían que su nenita fuera "honesta, directa, clara". Pura, al fin.

El nombre determina la identidad. A través del nombre, los seres humanos podemos responder (o intentar responder) a la eterna pregunta filosófica "¿quién soy?"

Yo me identifico con el significado de mi nombre porque (sé que esto puede sonar egocéntrico) soy honesta y no me ando por las ramas. Lo que ves es lo que hay. Los que me conocen lo saben.

También me gusta que la gente sea sincera. Ésa es mi relación con el mundo: me gusta creer que los demás me dicen la verdad (ya descubriré después si me mienten) porque yo digo la verdad.

lunes, 30 de enero de 2012

Me gustan los trenes



Porque las cosas no siempre tienen sentido.

Ése video me lo pasó Nacho (hola, Nacho) y no sé cómo lo encontraría. Es muy random (y adoro las cosas random) :D

miércoles, 25 de enero de 2012

Sopa de letras con espinacas

Para no dejar tan abandonado mi blog (y para que no me extrañen) les pondré algo que escribí en mi adorable libreta morada con dibujitos que me dieron en diciembre (en mis libretas suelo escribir de forma cursi, dramática, exagerada, triste, alegre... o todo eso a la vez):

Hace unos días, tuve una sensación nueva. Estaba comiendo sopa de letras con espinacas y pensé que si tuviera una revista de cultura, le pondría Sopa de Letras. Y entonces, fue como si todo se hubiera ordenado. De esas veces en las que te das cuenta de cómo encaja el rompecabezas. Y es que todo embonaba a la perfección: yo, en Xalapa, en el comedor de doña Mari, comiendo sopa de letras con espinacas, escuchando una canción bonita en la radio.

Y de repente, me sentía bien, y bailaba en la silla mientras comía sopa de letras con espinacas.

Entonces pensé que ésa era una sensación de genuina felicidad que todo el mundo debería sentir, aunque sólo dure unos cuantos minutos.

martes, 3 de enero de 2012

Katy, are you fucking kidding me?

Irónico es que haya perdonado y olvidado todo lo que mi ex "malo" me hizo y ahorita esté platicando muy bien con él, y haya "enterrado" (simbólicamente, amigos de la PGR, CIA e Interpol) a mi ex "bueno" y ahora no tenga ni la más mínima comunicación con él.

Yo no sé si los extraterrestres o los animales entienden al ser humano... no, han de pensar que estamos pero si bien pendejos.

En fin, este post sólo era para decir esto porque me dio flojera ponerlo en twitter y porque estoy aburrida y desesperada haciendo mi bitácora LOL (en realidad se llama bitácora COL -Comprensión Ordenada del Lenguaje- pero fue rebautizada porque escribo puras cosas que provocan varios LOL's).

Rápidamente les explico: la bitácora LOL es un escrito basado en tres preguntas: ¿qué pasó?, ¿qué sentí? y ¿qué aprendí? Y contesto: pasó que me aburrí porque no dormí bien, sentí miedo (de la maestra y de la materia) y flojera y aprendí que el inicio de la canción que sale cuando empieza Scott Pilgrim vs the world es de Zelda (eso me lo dijo cierto bulto que no tiene nada qué hacer -adivinen quién-).

Y ya, eso era todo (¡y se callan!) y ya me voy a terminar esa bendita bitácora porque apenas voy en la primera pregunta y tengo que dormir bien si no quiero llegar como zombie a la escuela (eso es muy malo si toman en cuenta que no tomaré café -no pregunten por qué-).

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No hace falta que te diga que tan sólo cuentos son